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paradevolvereltiempo

A MANERA DE INICIO

 

                         Dedicatoria

 

 

A todos aquellos padres, a todas  aquellas madres que han padecido en carne propia la amarga experiencia de perder un hijo, en la esperanza que éste incomparable y lacerante dolor pueda hacernos reflexionar sobre el sentido espiritual de la vida y comprender el misterio de la muerte acechante, inoportuna, dolorosa e injusta y buscar los elementos divinos, religiosos, morales y sociales que nos permitan renacer, elevarnos por sobre las penas y sufrimientos  para volver a vivir.

 

                        Agradecimiento

 

 

A Dios, Padre Omnipotente y Misericordioso, a Leida, ejemplo de fortaleza, dignidad, valentía, firmeza y amor sincero, a mis hijos Erick, Erley, Erdrick, Eryle,  a  mis hermanos Elba, Josefa, Lela, Emilia, Chiquito, Hilda y Edgard, a mis sobrinos, quienes han sido soporte y fuerza principal para asimilar y enfrentar este amargo calvario, a mis vecinos de la Urb. El Cristal, a mis compañeros de trabajo y alumnos de la UDEFA, y a todos aquellos que nos ofrecen una palabra, nos dan una mano o un abrazo que estimula nuestra fe y nuestra esperanza, en especial a la Dra. Yuraima Martini, todos han contribuido a hacer llevadera esta carga para regresar a la vida y a través de estas palabras escritas perpetuar en nuestros corazones el dulce, agradable y siempre fresco recuerdo de nuestro amado e inolvidable Ernestico.     

  

 

                 Presentación

 

La vida es como un juego de naipes, a veces nos tocan cartas buenas y otras veces nos tocan cartas marcadas, ese misterio que nadie ha podido descifrar envuelve o pretende explicar el cercano paso entre la vida y la muerte.

Por esos avatares de la vida, de la cual nadie esta excluido, una de esas  cartas marcadas por el clima de violencia  inseguridad e impunidad que reina en nuestro territorio se introdujo en los naipes asignados a  mi familia y trastocó en cuestión de segundos nuestra percepción por lo real, lo cierto y por el presente y futuro como posibles efectos en el desarrollo de nuestra condición de ciudadanos, padres y seres humanos comunes y corrientes.

Es sumamente difícil entender con razonamientos propios una experiencia como la muerte de un hijo adolescente sin la existencia de una motivación que justifique un hecho de tal naturaleza, absurdo, irrazonable, injusto, inmerecido, todos estos adjetivos se estrellan ante la brutal y dolorosa realidad de lo sucedido y solo una fuerza sobrehumana, divina, emanada del Dios omnipotente y misericordioso puede hacer llevadera esta pena, entenderla  y asimilarla para entrar en ese crudo realismo y asumir los riesgos y consecuencias que tal hecho condiciona.

Ernestico ingresó a la lista de las 10.000 personas asesinadas en el año 2007, sin que el estado se inmute ante esta barbarie que enluta y destruye hogares y familias, que desdibuja el concepto de garantía del  derecho a la vida y donde las instituciones públicas en lugar de controlar y erradicar, parecen fomentarla y auparla, solo la  invocación de la justicia divina y la evocación del recuerdo vivo de nuestro hijo pareciera aliviar el sufrimiento

Estos apuntes escritos con todo el amor que le profesamos ahora y siempre a Ernestico procuran  perpetuar en nuestra  memoria esos sueños, proyectos e ilusiones que una vez albergó y compartió con nosotros  en su fugaz y productivo paso por la vida terrenal.  

 

 

 

 

 

 

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